miércoles, 2 de marzo de 2011

Héroe


El sol estaba por irse otra vez, la tía luna no tardaba en llegar y yo como de costumbre estaba descansando cómodamente en un árbol. De pronto un ruido extraño capto mi atención. Un animal raro al que mis hermanos llaman humano, estaba conversando muy acaloradamente con un aparato pequeño al cual he escuchado que le dicen blaka cherry. Cuando, sin mayor motivo, gotas de lluvia empezaron a salir de sus negros ojitos. Me preocupe mucho. Si seguía así, probablemente en menos de lo que canta un gallo estaríamos empapados hasta la coronia. Me acerque más para escuchar que tanto le decía al aparato y cómo podría hacer para salvar a la tierra de un buen temporal. Fue algo extraño. El humano le decía al aparato lo siguiente:
- Te amo… no me dejes… ¿Por qué te vas?… no te vayas… la ultima vez ni siquiera una llamada… no, no, ¿Por qué sos así?… No estoy loca… no me dejes.
Yo simplemente no entendía nada. ¿Cómo que el aparato se iba? ¿Para donde? ¿Por qué se iba? Y ¿por qué no le contestaba? De pronto el humano se dio cuenta que lo estaba espiando, dejó de hablarle al blaka cherry y fijo su atención en mi. Después de observarme por unos segundos, continúo hablado con el blaka cherry. Pude escuchar perfectamente cuando el humano le decía al aparato que un pájaro muy hermoso estaba frente a él. En ese momento me sentí apenado. ¿Yo hermoso? ¿Un pájaro hermoso? Luego saco otro aparato de su bolsa, me apunto con él y…un squash por allá y una luz blanca y brillante por acá me dejo ciego por unos minutos. Cuando volví a ver otra vez. En los ojitos negros del humano ya no estaba lloviendo. ¡Qué bien! Yo un torogoz, salvadoreño por nacimiento, acababa de salvar al mundo de un diluvio, soy todo un héroe.

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