martes, 27 de marzo de 2012

El castillo de piedra

Melodía sugerida: Clint Mansell - Lux Aeterna



Empecé a caminar entre aquellos laberínticos pasillos de piedra bañados de una curtida luz proveniente de varias antorchas colocadas en cada pilar de tan austera construcción. Allí aún no habían candelabros más elegantes, pero eso no importaba mucho.

Al llegar al salón de los escudos de plata observé como la corte en pleno se encontraba ya reunida para la velada y esperaban impacientes mi llegada. Bajé cada escalón despacio para evitar problemas con mi vestido verde oscuro, sin dejar de observar a los presentes. En cuanto subí al estrado y me senté, los instrumentos sonaron una pequeña introducción, todos me vieron, hicieron la respectiva reverencia y empezaron a bailar lentamente al ritmo de la melodía de violines y otros instrumentos.

La mayoría de parejas eran de jóvenes que tendrían la misma edad a la cual estaba llegando ese día, tal ves un poco más, tal ves menos. La mayoría de las damas presentes vestían ostentosos vestidos de terciopelo o de brocado, a pesar de la carga que debía suponer para ellas parecía que bailaban casi flotando sobre aquel alfombrado azul intenso con bordados especiales para la ocasión. Los caballeros que también vestían sus mejores trajes y portaban medallas y otras distinciones, eran el complemento ideal para la perfección en el baile junto a sus compañeras.

Me encontraba placenteramente distraída con aquel cuadro vivo viendo como todos bailaban con auténtico talento cuando, en un momento que parecía casi calculado todas las parejas se quedaron quietas, petrificadas como estatuas de mármol viéndose cada quién entre sí como si el tiempo hubiera dejado de funcionar.

Fue entonces cuando lo vi llegar. Aún no se había acercado lo suficiente pero había algo en aquel caballero vestido de negro y con una banda de honor de color rojo colocada sobre su pecho. Los presentes no habían prestado la suficiente atención como para notar su presencia mientras continuaban bailando y ahora si, el tiempo había congelado ese momento en que él y yo nos observábamos, donde mis ojos castaños habían quedado prendados de sus inquebrantables y misteriosos ojos negros. Nadie lo notó hasta que me puse de pie.

Bajé del estrado sin perder de vista sus ojos, mi mente y mi corazón querían comprobar que aquello no fuera una ilusión, un reflejo de un ideal creado con la ayuda de las miles de novelas que ya había leído a lo largo de mi vida, no pude evitar sentir ese temor. Al acercarme sentí una enorme alegría; en efecto, él era tan real como yo... como todos los presentes que se encontraban formando un círculo alrededor de nosotros expectantes a lo que podría venir a continuación. Supongo que lo último que esperaban era ver a un extraño -creo que para ellos, también lo era, realmente nadie parecía conocerlo- entrar en una fiesta de este tipo y mucho menos verme a mí prestando atención a aquel suceso.

Cuando estuvimos ambos en el centro del salón, más o menos a metro y medio de distancia el uno del otro, él hizo una reverencia que dudé un poco en contestar, lo hice y di un paso hacia mi derecha sin dejar de verlo, él instintivamente hizo lo mismo y como si previamente lo hubiésemos ensayado, comenzamos a bailar. Comprendí la sensación de libertad de la que hablaba antes: Mi vestido verde era de brocados y otras telas gruesas, pero al momento de bailar, dejas de pensar en todas esas cosas superficiales y te entregas de lleno, es entonces cuando puedes comprender la sensación de volar.

Dimos así una vuelta hasta quedar uno a la par del otro, él estiró su mano izquierda hacia el frente esperando a que yo la tomara, dimos un par de pasos antes de sentir la imperiosa necesidad de dejarme llevar de una vez por mis impulsos y el compás que marcaban los instrumentos y por fin dejé que mi mano derecha quedara sobre la suya. Pero al contacto con aquel misterioso caballero mi corazón se aceleró, le solté y giré hacia el otro lado sin dejar de bailar, él me imitó tal cual espejo, nos vimos de nuevo de frente y cuando caminamos como dispuestos a acercarnos, desvié mi camino hacia un lado suyo y dimos una vuelta juntos antes de continuarla cada quién por su lado y finalmente regresar sobre mis talones para volverlo a encontrar frente a mí.

Dimos otra vuelta sin tocarnos, aún así, las miradas tenían un poder magnético indescriptible que no nos permitía ni acercarnos más ni alejarnos en un primer momento, pero cuando le vi sonreír y guiñarme un ojo, perdí el control sobre mi conciencia. Sentí algo así como energía en el espacio que nos separaba, sentí ganas de seguir bailando, curiosidad de saber quién era él, pues a pesar de ser yo muy distraída, estoy segura que no le había visto antes.

Estiré mis manos y cuando el las tomó, sentí como una ola de fuego se colaba desde mis manos y recorría a gran velocidad todo mi cuerpo y entonces sentí pasión. Dimos una vuelta más tomados aún de las manos, pero entonces ya no pude dejar de verlo le solté y caminé hacia atrás, alejándome un poco pero sin darme la vuelta.

El se acercó lentamente y volvió sostener mis manos como un caballero que no esta dispuesto a continuar solo sin la compañía de su dama, pero tan solo un momento después, soltó una mano para hacerme girar con vehemencia y mientras aún estábamos aferrados el uno al otro y con los brazos extendidos, giré hacia el lado contrario de nuevo y lo solté, seguimos bailando un rato más, de nuevo casi sin tocarnos y  con las emociones a flor de piel, en ese momento ya ni atención prestaba al resto de humanos que se encontraban a mi alrededor, todo parecía como si desde el principio hubiésemos estado allí sólo nosotros dos, volví a tomar sus manos, era como si una fuerza invisible me empujara hacia él. 
No me pregunten como, pero existía una tensión casi palpable entre nosotros pero que al mismo tiempo nos envolvía en una especie de burbuja protectora a la que nadie más de los presentes podría acceder.

Me costaba pensar con claridad, solo recuerdo que pensaba en seguir el ritmo de la música, sin desesperarme cuando esta aceleraba o se volvía tan lenta como el tiempo que  caminaba a una velocidad totalmente diferente, como si nos estuviera regalando este momento especial, eso me hacía sentirme aún más feliz. 

Para cuando la melodía terminó, abruptamente nos detuvimos el uno frente al otro realmente muy cerca,  sintiendo muchas emociones que en este momento no puedo describir. El sonrió apenas un poco, dio un paso atrás e hizo la respectiva reverencia.

Veo de nuevo esos ojos brillantes, mil cosas pasan por mi mente, aún no sé quién es él y de dónde viene, pero esto no se quedará así... Ya lo verán.

martes, 6 de diciembre de 2011

Mis estimados y queridos bichos:

Buenas noches a todos, ¿Cómo están? Espero que bien y “disfrutando” tanto como yo la semana de finales.
Me voy a tomar el tiempo necesario para escribir esto luego de leer todos y cada uno de los comentarios publicados este día en el grupo. Entiendo perfectamente el significado del término “libertad de expresión” pero por favor, no abusemos de eso!!!! Recuerden que los derechos de cada quién terminan donde empiezan los de las demás personas.
No voy a opinar al respecto de lo sucedido el día de hoy, pues ya expresé a quienes debía lo que yo tenía que comentar.
Pero quiero pedirles a las 53 personas que conforman el resto de este grupo que por favor reflexionen un par de cosas antes de dormir:
  1. ¿De quién fue la decisión de lo que sucedió hoy?  Frase a reflexionar: Donde manda capitán no manda marinero.
  2. ¿Podemos resolver algo con estarnos quejando? ¿vale la pena desahogarnos de la forma en que lo estamos realizando? Frase a reflexionar: Cada quién cosecha lo que siembra.
  3. ¿Vale la pena que botemos a la basura la unión de grupo que tanto nos costo conseguir? ¿Les parece poco todo lo que vivimos? Frase a reflexionar: El que encuentra un amigo encuentra un tesoro.
  4. Absolutamente todos fuimos responsables del tema de las guías ¿Podemos comportarnos de forma civilizada y aceptar el enorme error que cometimos? Frase a reflexionar: Es de humanos aceptar nuestros propios errores.
  5. Juntos nos enlodamos, corrimos, comimos manzanas a mordiscos, jugamos con globos de agua tal cual niños chiquitos, corrimos maratones locas, nos llenamos de liquido apestoso, “esquiamos” en la ladera y otro montón de cosas ¿las dejaremos simplemente como “anécdotas” pasadas y no continuaremos siendo amigos?
  6. Y por último, pido un poquito de respeto para todos y cada uno de los bichos… creo q es importante recordar que todos somos seres humanos, que todos tenemos sentimientos y somos sensibles a las palabras, por favor cuidemos el sentido que les damos a las palabras, esa es una de las armas más peligrosas con las que podemos hacer daño a los demás.

A pesar de todo lo ocurrido hoy, fue un ciclo maravilloso y me divertí en grande con todos ustedes, yo aún sigo creyendo en q conseguí crear y reforzar lazos con 53 grandes personas con quienes espero seguir llevando al menos una que otra materia juntos y más adelante tratarlos como gerentes de multinacionales, dueños de empresas, políticos de alto rango y cualquier otro cargo o profesión con el que cada uno de ustedes este planeando alcanzar. Si esta materia a menos de medio ciclo logró unirnos, no dejemos que la misma tonta materia rompa la amistad entre nosotros.

sábado, 15 de octubre de 2011

Valores escritos en oro

El pasado miércoles se inició sobre el territorio salvadoreño una intensa actividad lluviosa que esta afectando seriamente a cientos de mis hermanos en todo sentido, pérdida de viviendas, cultivos con los que logran sus ingresos y con los que subsisten sus familias, pérdida de ganado y de mascotas; y otras cosas no tangibles pero tan importantes como la fe, la esperanza y la paz en sus almas.


Como muchos jóvenes, yo también soy fanática de las comunicaciones a través de las redes sociales, especialmente de Twitter, red que como muchos de nosotros, utilizo como psicólogo, psicoanalista, diario personal y hasta canal de desahogo cuando siento literalmente "que la mente me va a estallar". Desde mi punto de vista eso esta bien siempre y cuando no lastime las creencias de otros y por lo tanto tampoco los valores que cada uno ha decidido tallar en oro de 36 kilates.


El día de ayer encontré en esta red social un comentario bastante ofensivo y con el sello de cobardía e ignorancia por todas partes que hacía mención a la situación de emergencia que les comentaba al inicio. Por supuesto que no lo voy a copiar aquí, porque no se trata de iniciar una discusión de opiniones ni criticar a la persona que lo hizo, al fin y al cabo para eso esta el mal utilizado término de la libertad de expresión y me parece más útil un comentario con fines constructivos para mis conocidos en general que uno destructivo para él o ella. 


Precisamente en Twitter tuve la ¿suerte? de encontrar un comentario constructivo que tomaré prestado para esta composición: "Mira hacia atrás y sé agradecido, mira hacia adelante y ten esperanza, mirar alrededor y sé útil."


El país esta en medio de una crisis enorme como para que nos quedemos con los brazos cruzados frente al televisor y diciendo que lamentamos la suerte de las personas afectadas. Yo soy voluntaria de una fundación sin fines de lucro, pero si a ustedes no les llama la atención eso, pueden trabajar en conjunto con muchas empresas privadas que también han decidido ayudar, es en momentos difíciles donde sale a relucir la calidad de personas que en realidad somos, no lo que decimos ser.


A las personas que solo se limitan a criticar en lugar de ayudar les dedico esa frase. Miren atrás y vean la cantidad de bendiciones que han recibido... pues seguramente si han podido twittear esas frases sin destinatario (lo cual hace más grande el acto de cobardía), es porque tienen una casa donde resguardarse, un plato de comida del que alimentarse, dinero como para pagar la energía eléctrica para utilizar el aparato a través del cual se comunican y una cama donde reposar durante las noches. Miren hacia adelante y tengan esperanza de que las cosas para ustedes y para los demás pueden ser mejores, todo es cuestión de trabajar por las oportunidades y sueños que cada uno posee. Y por último mira a tu alrededor y ten el valor de empezar a ser útil con tu vida.


Por último pido respeto por esos valores escritos en oro, porque son esas personas quienes tienen la voluntad  de hacer algo cuando las cosas van mal, la convicción de hacer las cosas sin esperar nada a cambio más que la satisfacción de poder utilizar como creen correcto los recursos con los que pueden colaborar: sea dinero, víveres, alimentos, tiempo, disposición al trabajo en equipo, etcétera.


Todos somos salvadoreños, queramos o no lo llevamos escrito en la sangre. Y como la sangre llama a la sangre, es nuestro deber ayudar de cualquier forma a nuestros hermanos, porque en este pequeño pulgarcito vivimos 6 millones de hermanos, ¡que se sienta! Buenos días a todos y bendiciones.

domingo, 19 de junio de 2011

Carta a mis amigos

En un punto opuesto, algo que es imprescindible para mí es la capacidad de escuchar. Dejaré que quienes me conocen opinen sobre mi en ese aspecto. Pero considero esto como algo tan vital, el reducido numero de amigos que conforman ese grupo han probado esa habilidad conmigo, y es que yo puedo lograr toda la paciencia del mundo para escuchar en silencio y sin juzgar, pero pocos tienen esa paciencia conmigo, aprecio tanto a quienes saben cuando tengo algo importante que decir, que tienen paciencia de escucharme y la bondad de aconsejarme según lo consideren mejor. Infinitas gracias por eso, aunque a veces no espero un consejo, solo la oportunidad de descargar mis emociones, mis sentimientos, mis pensamientos, mis pesares o mis alegrías... un oportuno silencio, una mirada comprensiva o una sonrisa cálida es todo lo que pido a cambio.

No tengo ni la menor idea que hora de desmadrugada será, y realmente no importa. Es posible que a causa de eso, esta composición no cumpla con todas las reglas gramaticales y de estilo que deba comprender, pero a veces la perfección la dan los sentimientos que se intentan expresar. Las disculpas de antemano.

Teniendo un "momento filosófico" conmigo misma, pensaba en el significado de una de las palabras más importantes que le dan sentido a mi vida: Amistad. No me nace escribir las mismas rayadas lineas sobre la importancia de la amistad como un valor y como parte importante en la vidad de todo ser humano. Para eso esta el colegio.


Me considero una persona por naturaleza fuertemente sociable, que le gusta conocer personas y mantener amistades en cualquier parte del planeta. Pero esta noche me he puesto a reflexionar que entre los miles de conocidos que tengo, mi grupo de amigos se reduce a un número tan pequeño que probablemente me basten los dedos de las manos para enumerarlos.


Hay cosas tan importantes a la hora de escoger un amigo, que no se puede tomar a la ligera... no pido demasiado, pero si lo básico como para lograr una amistad de muchisimos años, sino es que para toda la vida. También hay cosas que no me interesan en lo mínimo, pues no aportan mayor cosa al valor verdadero que todos tenemos como seres humanos que somos.

Una de las primeras cosas que no me resultan relevantes para una amistad es el aspecto físico, tengo amigos altos, chaparritos, gorditos y flacos, morenos y chelitos, de ojos café, verde, azul, pardos y negros. Eso no hace más o menos a una persona. Comprobado.

Tampoco me dejo llevar por apariencias o estereotipos. A una persona no se le puede conocer realmente por la imagen que proyecta en lo que acostumbramos llamar "primera impresión" darme cuenta de eso y tomarme el tiempo necesario para conocerlos me ha traido una satisfacción enorme. Me resulta tan gracioso que por apariencia tengo amigos que no encajarían con el "prototipo" de amigos que las personas creen que tengo por mi forma de ser, de actuar o por mi apariencia.


Otro aspecto importante... la facilidad para provocar sonrisas. Generalmente es más sencillo de lograr, el reto esta en hacerlo cuando recientemente hubo lágrimas o enojos. No es difícil cuando me conocen un poquito.


Hay amigos que se han ganado mi cariño y mi respeto. Por ellos daría la vida bajo cualquier circunstancia. Pero... (claro, también tenía que existir un "pero") tener ese punto en su favor, acarrea la responsabilidad de cuidar aún más la amistad, cuando alguien permite que yo le pierda la confianza, recuperarla es una tarea de titanes.


Algo de lo que podría permitirme enorgullecerme, es de la diferencias entre mis amigos. Ninguno es igual al otro, lo cual me permite aprender tantas cosas diferentes de cada uno, un excelente ejercicio para crecer como persona, pues sé perfectamente que no soy "monedita de oro" como para agradar absolutamente a todas las personas que me rodean, pero puedo decir con alegría que tengo amigos tan parecidos a mí, como personalidades totalmente opuestas a la mía. Eso enriquece mi capacidad de ser feliz, pues puedo compartir con algunos toda clases de gustos y con otros puedo tener los debates más interesantes sobre cualquier tema, de todos aprendo algo nuevo todos los días.


Hay tantas cosas que permiten que una amistad dure para siempre, enumerarlas todas me llevaría media vida, así que compartiré el mensaje con los amigos a quienes va dirigida esta composición. Los aprecio y los quiero, lo digo de corazón.

viernes, 17 de junio de 2011

Noche de estrellas


Faltan unos minutos para la media noche según el reloj que acabo de quitar de mi muñeca. Estoy en la cómoda oscuridad de mi habitación, sentada junto a la ventana, frente a la pc donde suena una de mis canciones favoritas de Ricardo Arjona. Bar.

Espero algún día tener la voluntad de expresar las emociones que tanto melodía como letras suelen producir en mi alma. Pero no esta noche, por favor.

Allá afuera, en la delicada oscuridad con que la noche envuelve cada árbol, cada faro y cada casa, me permito apartar la mirada de lo que escribo para observar el firmamento, que estrellado de pequeños y hermosos luceros, me invita a pensar en ti, a susurrarle al viento lo mucho que te quiero con la esperanza que talvez, el considere ser mi aliado, al menos esta noche y llevar entre sus alas mis palabras hasta el lecho donde duermes plácidamente y deje mi recado sobre tu almohada… solo para que pienses en mí.

Si el viento se convierte en mi aliado, aprovecharé mi suerte y pediré solo un favor más. Un último recado y no vuelvo a importunarlo. Desde hace poco soy consiente que teniéndote lejos de mí, son pocas cosas las que podemos compartir, pero eso no importa. Nos queda una cosa más, algo que solo compartiría contigo, por que sabes comprender el significado de tal idea. No importa cuán lejos nos encontremos, siempre compartiremos el mismo cielo, podremos ver las estrellas. Si alguna vez piensas en mí, acércate a la ventana y obsérvalas. Sé que sonreirás al saber que probablemente yo me encuentro haciendo lo mismo, mientras pienso en ti. Las estrellas siempre serán nuestras, no lo olvides.

Las estrellas juegan a las escondidillas, tras las sombrías nubecitas que divagan por todo el firmamento, amenazando con una refrescante lluvia de madrugada. Pero para mi desconsuelo… eso devuelve mis pensamientos a la realidad, a admitir con certeza lo mucho que te extraño.